
Cuando las dos mujeres a las que más critica Jaime Peñafiel deciden dejar de teñirse las canas es que algo (muy bueno) está pasando.
La Reina Letizia y Megan Markle se han puesto el mundo por montera sobre sus melenas salpicadas de canas. Pero no solo las royals están haciéndole un corte de mangas capilar a uno de los más sólidos mandamientos del establishment estilístico. Cada vez vemos más mujeres de todas las edades que dejan sus canas al aire, importándoles un pimiento lo que piensen los demás.
Mujeres que han decidido aparcar el tinte para siempre o que directamente nunca han sentido la necesidad de usarlo, como Arantxa Mateo (45 años, consultora y formadora de idiomas): “Nunca tuve ganas de cambiar el color de mi pelo, tampoco antes de tener canas. Así que cuando empecé a tener algunas a los 30 no le vi el sentido a teñirme”.
Mis canas me hacen sentir fuerte y segura. Me gusta hacer ver que una mujer puede tener canas y aún así ser sexy, bella y estilosa
Testimonio en @grombre
¿Dejar de teñirse las canas es un símbolo de empoderamiento? Puede ser. Lo que parece claro es que es un acto de libertad y autoaceptación que cada una vive a su manera.
“Mis canas reflejan los grandes procesos de aprendizaje en mi vida. La maternidad me dejó unos buenos mechones. Me gusta verlas como el bagaje emocional adquirido a lo largo de la vida” nos cuenta Arantxa.
Mujeres de 30, 40, 50, 60, 70 años defienden su #greyhair en diferentes partes del mundo haciendo oídos sordos a los convencionalismos que tachan su decisión de dejadez. ¿Pero reciben siempre críticas o cada vez hay más gente que, como dice Arantxa, “aprecia lo natural como bello”?
“Jamás me he planteado que no teñirme las canas le pueda parecer un signo de descuido a alguien. Tampoco me lo han dicho nunca, al contrario, alguna vez me han preguntado si era tinte de peluquería. Lo que sí me han compartido muchas mujeres es que les gustaría recuperar su color natural animadas al ver el mío”, añade.
Aún así dejar de teñirse las canas sigue siendo una opción minoritaria. Todavía prefieren usar tinte 8 de cada 10 mujeres frente a 1 de cada 10 hombres. Es decir, la vieja historia de siempre. A ellos la madurez les convierte en “hombres interesantes” y a nosotras en “señoras mayores”. Envejecer sigue siendo un pecado en una sociedad que glorifica la juventud, un pecado por el que además las mujeres seguimos pagando un precio más alto que los hombres.
Para Eulalia Sacristán (64 años, periodista en Belleza Pura) dejar de teñirse “es una liberación. Durante años nos han tratado de convencer de que las canas envejecían. No es verdad. Te vas haciendo mayor con los años pero envejecer depende de tu cabeza y de tu actitud, no sólo de tu apariencia física.”
Una de las motivaciones para dejar de teñirme el pelo fue que a mi marido le llamaban zorro plateado pero a mí me llamaban vieja. No quise seguir perpetuando ese sexismo.
Testimonio en @grombre
¿No ocultar las canas puede ser una especie de revolución silenciosa contra todos estos prejuicios? Quizás no tan silenciosa. En Instagram -la “red de redes”- la cuenta @grombe celebra “el fenómeno natural de las canas” con fotos y testimonios de mujeres de todas las edades. Y una marca tan importante como Pantene lanzó el año pasado una campaña internacional bajo el título de El poder de las canas para dar visibilidad global a una opción tan respetable como lo es el querer teñirse. Ana Svetlana (45 años, médico estético) camufla sus canas con mechas rubias porque “en nuestro trabajo tenemos que vender cierta imagen, así que seguiré haciéndome mechas. Después de jubilarme quizás cambie de opinión.”
Soy muy consciente de que las canas se consideran como una señal de dejadez. Yo lo que hago es ser yo misma. No me he dejado, me conozco a mí misma. El gris es bello y yo también.
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Quienes estéis barajando la posibilidad de dejar vuestras canas al aire es importante que tengáis en cuenta que habréis de pasar por un periodo de transición capilar difícil. “Al principio, cuando dejé de teñirme, sobre todo el primer mes, me sentía un poco rara porque aún no se veía que me estaba dejando el pelo blanco” nos cuenta Eulalia. Calcula unos tres o cuatro meses para que el pelo crezca lo suficiente como para poder cortarlo y que se vea todo el color homogéneo.
Llevo tiñéndome el pelo desde los 18. Ahora a los 42, estoy deseando ver mis rizos grises. El gris es libertad.
Testimonio en @grombre
¿Cómo se cuida un pelo con canas para que los tonos blancos y grises se vean bonitos? Arantxa Mateo utiliza “un champú específico con una fórmula basada en cocciones de plantas que aporta hidratación y brillo y neutraliza los tonos amarillentos que pueden aparecer sobre todo en verano”. Pero sin embargo, Eulalia Sacristán no sigue ningún tratamiento especial, “me lavo el pelo cada mañana, lo seco y ya está. Lo más que hago es ponerme un poco de cera y de vez en cuando aplicarme por la noche un baño de aceite. Mi peluquero me dijo que en mi caso, que soy morena (era morena), no me iba a amarillear el cabello, que eso solo les pasa a quienes son rubias.”
Si aún necesitas un empujoncito aquí tienes 100 razones para dejarte las canas. Como dice la periodista Eulalia Sacristán “piensa en ti misma, si tú te aceptas los demás te aceptarán, pero lo primero es aceptarse una misma”, y añade que “habrá gente que opine que es un gesto de dejadez pero yo no me suelo dejar llevar por lo que opinen los demás. Si andas pensando en lo que piensan otros dejas de vivir.”
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